Ramón Nomar tiene nacionalidad venezolana (a pesar de su inconfundible acento coruñés) y a base de trabajar durante casi dos décadas sin descanso se ha convertido en uno de los diez actores de referencia del porno yanqui, donde lleva unos siete años integrado. Verónica Rodríguez también nació en Venezuela, debutó en la industria a los 20 años de edad, y aunque ya lleva cerca de tres desempeñando un papel nada fácil, el de latina sin superculo ni supertetas, a base de hacer las cosas muy bien ha conseguido mantenerse en el sector.
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