En algunas de las entrevistas a las que Esperanza Gómez ha sido sometida desde que el porno yanqui empezó a encumbrarla ha declarado sin reparos que a ella lo que le gustan son los penes grandes (largos, concretamente) y que no le importa si el físico de un hombre es poco atractivo mientras su palito del amor tenga un tamaño respetable. Quizá sea esa una de las razones por las que esta colombiana que nos trae locos parece pasárselo tan bien con un feo indiscutible como Mark Wood. Y es que aunque en esta escena haga de prostituta de lujo, está claro que con Esperanza estamos ante una felactriz vocacional amante de su trabajo.
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