Paradójicamente la primera vez que adoptamos este apodo para el aeróbico y siempre creativo Ryan Madison (acuñado, por cierto, por el lector Peter Parque), es para ofreceros una escena en la que el exdiseñador web y marido de Kelly Madison no parece tener muchas ganas de hacer ejercicio. Quizá tenía la espalda jodida de una sesión loca con su esposa o quizá quería cederle todo el protagonismo a Britney Young, un jovencísimo yogurcito de vainilla que ya ha paseado su aroma dulzón por aquí otras veces. En cualquier caso: polvo pausado, contemplativo y acaramelado.
Siguenos en nuestro canal de Telegram.
