Quienes hayan seguido aunque sea a medias la trayectoria como actriz y modelo de Paz de la Huerta sabrán de sobras de su obsesión por enseñar carne. En todo lo que ha hecho, desde la serie Boardwalk Empire hasta películas como Enter the Void o The Limits of Control, ha hecho gala de su exhibicionismo casi obsesivo y su lánguida ausencia de moral. Por eso no es de extrañar que, pese a su asimetría anatómica (fijaos en sus pechos), la marca de lencería Agent Provocateur la haya puesto en nómina para que haga justo lo que más le gusta: despelotarse en público.
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