Se le ve a leguas: Missy Martinez es una cerda de cuidado, pero sabe que sin un físico deslumbrante tendrá que quemar sus cartuchos con inteligencia y no dejar que la voracidad de una maquinaria industrial como el porno se la trague. Por eso de momento nada más que lleva la muesca de un solo anal en su revólver, aquel de aires medievales que ya os ofrecimos, y está dosificando su próxima penetración trasera para el momento adecuado. Entre tanto, recursos no le faltan para marcarse buenas escenas como este revolcón con Bill Bailey.
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