Resulta curioso ver como el masajista trata de taparle la entrepierna con una toallita para segundos después masajearle las tetorras. Es como poner bien los cojines en el sofá para luego arrearle al bloque de pisos con una bola de demolición.
Marina Visconti es de nacionalidad rusa. Tiene 20 años y la industria del porno la ha recibido con los brazos abiertos. Y es que con semejantes tetas a todo el mundo se le ilumina la cara al verte.
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