La selección masculina de Rusia agregó un eslabón mas a su ya espectacular historial en el voleibol internacional, aunque en esta ocasión, gracias a la inestimable ayuda de su público. Desconozco si este es un deporte tan jodidamente tedioso que, a la mínima de cambio, los espectadores tienen la necesidad de entrar de lleno en el espectáculo, ya sea haciendo la ola de rigor o con cualquier otro remedio contra el aburrimiento colectivo. Sea lo que fuere, el siguiente antídoto podría pasar a los anales del deporte como el más efectivo cuando la táctica se antoja soporífera.
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