Tremebundo documento el que salió hace unos días, rescatado de vayan ustedes a saber qué reportaje o documental de hace eones. He llegado a él gracias a Perez Hilton y me ha dejado sobrecogido: una joven Demi Moore (19 años) con claros signos de ir borracha como un jodido lagarto se divierte en una fiestecilla algo bizarra con una rubia al mismo nivel etílico y que canta no sé qué mierda. El caso es que la superestrella de Hollywood se pone cariñosa con su preadolescente compañero de reparto en la serie televisiva General Hospital y le estampa unos besos en la boca que ya quisiéramos muchos. Siempre le gustaron más jóvenes, está claro.
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