El mito de las gemelas guapas que comparten amantes es tan real como la vida misma, pero la fábula de las gemelas que se masturban juntas o tienen una relación incestuosa es algo menos plausible. Precisamente por eso la fantasía es recurrente y la historia del porno y el erotismo está plagada de casos parecidos que, en algunos casos de forma más explícita que en otros, tratan de juguetear con la misma idea del sexo entre hermanas, siempre rozando algún límite.
Un ejemplo especialmente delicioso es el de las gemelas Romi y Raylene, que con su complicidad y su descaro iluminan su escenas y sesiones de fotos para FTV.
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