Se trata, ni más ni menos, que del último desnudo de Marilyn Monroe que iba a aparecer en la película Something’s Got to Give, un filme que jamás se terminó debido a la muerte de la Sensación Rubia. Curiosamente, la exposición donde se mostró en la Steven Kasher Gallery viene a coincidir con el cincuenta aniversario de la sobredosis que nos dejó sin uno de los seres más insultantemente exuberantes que ha dado la raza humana.
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