El octogenario constructor vienés Richard Lugner tiene por costumbre invitar cada año a una joven y famosa señorita para que le acompañe al elegante y elitista baile de la Opera de Viena. Esta vez la invitada fue Elisabetta Canalis, ex de George Clooney quien “sufrió” un pequeño percance cuando en uno de los giros se le salió una teta del vestido. Entrecomillo “sufrió” porque hay prensa que asegura que fue algo premeditado ya que pasó cuando se acercó a la zona donde estaban los fotógrafos.
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