Cada vez que Remy LaCcroix aparece siempre, antes o después, hay un hula hopp alrededor de su cincelada cintura. Ya lo hemos analizado mil veces: es el rollo juvenil de los juegos de infancia. Con los columpios sexuales quizá sucede algo parecido: son más prácticos para penetrar, pero hay algo más en la postura que adopta la pornstar. Bien lo sabe Erik Everhard, y por eso no le ha importado taladrar un par de ellos al techo y dejar que dos diosas como Sophie Dee y Dani Daniels se balanceen a ritmo del bombeo.
Siguenos en nuestro canal de Telegram.