es momento de dedicarle una entrada a Ashley Fires en la que además es una de sus escenas más redondas: un anal que viene precedido por una breve pero intensa sesión de calentamiento que incluye unos instantes de la práctica antes mencionda, el facesitting. Tras ese previo, la californiana (que a lo tonto, y con bastantes parones, lleva casi diez años follando ante las cámaras) va al grano y se clava no sin alguna dificultad el imponente manubrio de Jordan Ash.
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